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El 10 de agosto de 1809 marcó el inicio del proceso independentista en lo que hoy conocemos como Ecuador, además fue el nacimiento de la Falange Quiteña –el  preámbulo al Ejército nacional– la cual estuvo liderada por Juan Salinas, considerado el primer comandante general del Ejército Ecuatoriano. 

Para la institución esta fecha implica honrar a los próceres, quienes un año más tarde, el 2 de agosto de 1810, ofrendaron su vida por la libertad, razón por la cual se realiza de forma tradicional cada año la ceremonia militar. 

El lunes 10 de Agosto, en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, observando todos los protocolos de bioseguridad, se desarrolló el acto de conmemoración del Ducentésimo Undécimo Primer Aniversario del Primer Grito de Independencia, acto que contó con la presencia de la señora vicepresidenta de la República, abogada María Alejandra Muñoz Seminario, como también de altas dignidades de los poderes del Estado, Gabinete y el Alto Mando Militar. 

En el evento castrense se ascendió al grado de generales de brigada a los coroneles pertenecientes a la Promoción 85 de Arma de 82 de Servicios: Fernando Adatty, Pablo Velasco, Juan Carlos López, Franklin Pico y Gabriel Flores, quienes recibieron de las autoridades presentes las nuevas presillas y el bastón de mando. 

Asimismo, se promovió a 29 tenientes especialistas y 98 subtenientes de arma y servicios pertenecientes a la Promoción 120 General Francisco Javier Salazar, quienes juraron lealtad frente al tricolor nacional y que desde hoy representa el compromiso de fidelidad y obediencia a las normas que rigen la carrera de las armas. El Ejército Ecuatoriano también graduó al cadete Eloge Gousmith, de nacionalidad haitiana, quien cursó su formación militar en nuestro país. Los oficiales que obtuvieron la primera antigüedad de arma, servicios y especialistas, mejor deportista y espíritu militar recibieron la condecoración Estrella Abdón Calderón de tercera clase.

El general de brigada Luis Altamirano Junqueira, comandante general del Ejército, en su discurso, exhortó a los soldados y les recordó que la motivación y la vocación son condiciones para superar cualquier adversidad y les dijo: “Nunca pierdan la fe, la fe en ustedes mismos, la fe en los mandos, la fe en las autoridades, la fe en el país, en su historia y su porvenir, honremos siempre nuestro uniforme, pues él será nuestra segunda piel hasta el final de los días, siéntanse orgullosos de pertenecer a este gran Ejército, pues es marca de victoria”. 

Por su lado, la abogada María Alejandra Muñoz Seminario, vicepresidenta de la República, reconoció la labor de las Fuerzas Armadas durante la emergencia que vive el país, de esta manera: “Reciban la gratitud de los ecuatorianos, a cada uno y a sus familias, por estar ahí cuando más se necesitaba, cuando realmente no hubo dolor ni cansancio que los venciera, cuando inmediatamente acudieron ante al llamado del Ecuador”.

 

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Misión

La Fuerza Terrestre desarrolla el poder militar, para la planificación y conducción de las operaciones en el espacio terrestre, contribuyendo en la defensa de la soberanía e integridad territorial, apoyando a la seguridad integral del Estado, al desarrollo nacional y a la paz regional y mundial.

Visión

Al 2033 ser una Fuerza Terrestre disuasiva, con características multimisión, con personal polivalente y medios multipropósito; promoviendo de forma permanente los principios, los valores y el comprometimiento con la sociedad, observando el respeto a los derechos humanos y garantías de los ciudadanos, contribuyendo a la integración, defensa, seguridad del Estado y posicionada en la cooperación internacional para el mantenimiento de la paz.