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Las Fuerzas Armadas se encuentran cumpliendo operaciones de seguridad, control y movilidad en el marco del estado de excepción por la propagación del COVID-19. Frente a este escenario, el soldado ecuatoriano no ha estado excluido de contagiarse de este virus. Después de varias semanas de atención y tratamiento de los especialistas del Hospital Militar del Coca, hoy la Brigada de Selva N.° 19 Napo dio la bienvenida al sargento Carlos Q. quien se recuperó de un cuadro sospechoso de coronavirus. Como él muchos soldados se incorporan a las filas de la institución militar, para continuar la ardua labor de ayudar y proteger a la ciudadanía en tiempos de pandemia.

Asimismo, la Brigada de Aviación del Ejército N.° 15 Paquisha recibió del Grupo Honorífico de Aviación del Ejército N.° 81 Cóndor la donación de 120 trajes sanitarios de protección antifluidos y 10 cajas de guantes de nitrilo y mascarillas, estos equipos de bioseguridad serán utilizados para la protección de las tripulaciones de vuelo y personal de apoyo durante la ejecución de las operaciones aéreas que se cumplen para enfrentar la emergencia sanitaria.

En el Oriente ecuatoriano, la Brigada de Selva N.° 17 Pastaza recibió la visita de personeros de Vidanova, quienes entregaron 200 mascarillas, como parte de su contribución para precautelar la salud del personal militar que se encuentra realizando operaciones en esta región.

Igual acción altruista la cumplió la Gobernación de Manabí, su apoyo permitió la realización de 100 pruebas rápidas de COVID-19 al personal del Grupo de Caballería Mecanizada N.° 12 Tnte. Hugo Ortiz. Las pruebas fueron cumplidas por el personal del dispensario médico de esta unidad militar.

En medio de esta pandemia hemos tenido la oportunidad de conversar con varios profesionales de la especialidad de sanidad militar. Es evidente su lucha incansable con atenciones médicas, visitas domiciliarias, charlas motivacionales y, sobre todo, el seguimiento estricto del tratamiento a pacientes que son portadores del COVID-19, quienes se encuentran en estado de aislamiento, tanto preventivo como sospechoso, todo esto en coordinación con el Ministerio de Salud Pública.

A pesar del riesgo que esto conlleva, día a día se levantan con una sonrisa en sus labios y trabajan con la mística militar y profesionalismo que los caracteriza, y aunque la tristeza embarga a algunos de ellos por estar lejos de sus familiares, no quieren expresarlo abiertamente, porque como ellos dicen: “No podemos demostrar desánimo ni tristezas a nuestros pacientes”.

Por otra lado, quienes se contagiaron con este nuevo virus esperan recuperarse pronto para volver a las calles y defender al Ecuador; el claro ejemplo está en el sargento segundo Julio Morán, perteneciente al Consultorio General N.° 27 Portete, quién luego de haber ganado la batalla contra el coronavirus hoy continúa con su labor en atenciones médicas al personal profesional, conscriptos y familiares. La tarea no es fácil, pero la han podido realizar gracias a las donaciones de insumos médicos, equipos de bioseguridad y productos de empresas privadas e instituciones del Estado a las cuales todos ellos agradecen por  su colaboración.

Cada día existen militares quienes logran superar esta dura prueba de vida, acompañados de soldados de sanidad, quienes luchan junto a ellos sin esperar nada a cambio y con la fe incansable que no tengan que lamentar ninguna pérdida humana.

El Comando de Apoyo Logístico N.° 31 Andes tiene la misión de proporcionar ayuda a las unidades acantonadas en las provincias de Carchi, Imbabura, Esmeraldas y parte de Sucumbíos.

Esta unidad logística satisface las necesidades de las tropas acantonadas en la frontera norte, teniendo una ubicación estratégica en la provincia de Imbabura, desde donde apoya las operaciones militares de la Brigada de Infantería N.° 31 Andes.

El teniente coronel John Quiñónez, comandante de esta unidad, menciona que ante la emergencia sanitaria que atraviesa el país se han incrementado las operaciones de apoyo, debido a que las tropas no solo se encuentran en la unidad si no también están desplegadas a lo largo de la jurisdicción en los cantones y parroquias.

Además, la labor se basa en operaciones importantes que constituyen el apoyo que se realiza ante la emergencia sanitaria al Comité de Operaciones de Emergencia. Entre las actividades que se cumplen está: movilizar bienes de asistencia humanitaria que permiten la implementación de albergues temporales para personas en movilidad humana o situación de aislamiento para casos confirmados de coronavirus.

En este contexto, se traslada material desde otras provincias en coordinación con el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos. Desde Sucumbíos y Chimborazo hacia la provincia del Carchi y desde esta hacia a Esmeraldas, un total de 800 camas, colchones, cobijas, almohadas y sábanas han sido transportadas empleando personal y vehículos militares.

Además, se han empleado un total de 30 vehículos para atender los requerimientos de transporte de insumos para kits y raciones alimenticias, entre otros, los que son entregadas en forma periódica a la población más vulnerable de las provincias del norte del país.

El comandante general del Ejército, general de brigada Luis Altamirano Junqueira –acompañado del general de brigada Wilson Navas, inspector general del Ejército– visitó la Brigada de Selva N.° 21 Cóndor en Patuca, para saludar al personal militar que labora en la zona suroriental del país.

Durante esta visita entregó por parte del Ejército 2000 mascarillas y 200 trajes de protección de bioseguridad para los oficiales y voluntarios de esta brigada, que laboran en la provincia de Morona Santiago y Zamora Chinchipe. Además, gracias a la donación de TelconetLatam se entregaron 200 pruebas rápidas para detección del coronavirus. Asimismo, el gobernador de la provincia de Morona Santiago, doctor Juan León Pilco, hizo la entrega de equipos de bioseguridad para el personal militar.

Cabe resaltar que la Gobernación de la provincia entregó un reconocimiento al general Altamirano, al coronel de estado mayor conjunto Manuel Dávila y al personal militar de la Brigada que se encuentra ejecutando las operaciones ante la emergencia sanitaria, resaltando el compromiso y el excelente trabajo profesional que realiza el soldado de selva en este rincón amazónico del país.

Posteriormente, gracias al apoyo de la Fundación Samaritans Purse y Fundación Karla Morales el comandante general del Ejército entregó 300 kits escolares a los estudiantes de la Unidad Educativa Héroes del Cenepa de la parroquia Patuca; de esta forma, se incentiva a los niños y adolescentes de esta parroquia a seguir cumpliendo con las normas de protección y bioseguridad, a fin de evitar el contagio del COVID-19.

Los miembros de las Fuerzas Armadas siempre están preparados para cumplir las misiones que se les asigna y este es el caso de la Escuela de Iwias Coronel Gonzalo Barragán, ubicada en la parroquia Shell, provincia de Pastaza.

El 9 de abril, el director de la Escuela de Iwias, Tcrn. Nixon Pasquel, designó a cinco oficiales y ochenta voluntarios para trasladarse a la provincia del Guayas a cumplir diferentes misiones durante la emergencia sanitaria causada por el COVID-19.

El domingo 12 de abril, desde el aeropuerto de Latacunga, se trasladaron hasta la ciudad de Guayaquil. El personal militar viajó con incertidumbre porque desconocían cuál era la situación real de la provincia, pero también tenían la esperanza que con su trabajo contribuirían a combatir el avance de esta pandemia.

Fueron recibidos en la II División de Ejército Libertad e inmediatamente les llevaron hacia los cantones Empalme, Balzar, Palestina, Colimes y Santa Lucía, en apoyo al Batallón de Infantería N.° 15 Guayaquil, para trabajar en coordinación con el COE cantonal y las entidades del Estado.

Los equipos de combate se distribuyeron en estos cantones para hacer cumplir la restricción de movilidad y la correcta utilización de salvoconductos, control de toques de queda, colaborar en la distribución de raciones alimenticias a las personas de escasos recursos económicos, verificar el uso de mascarillas, evitar que haya aglomeraciones, entre otras actividades. Por ejemplo, cuando el 23 de abril, colapsó la estructura del puente de ingreso al cantón Colimes, un grupo de soldados iwias colaboró en el rescate de un conductor de transporte pesado que quedó atrapado durante el derrumbe del puente. Al mando de este equipo estaba el teniente Wilson Torres Lugo, experto en rescates (Tayuwa), que junto a sus soldados y la ayuda de la población rescataron con vida al transportista.

Los Iwias no tienen horario de trabajo, las actividades las cumplen en la mañana, tarde, noche y madrugada. Para el capitán Danilo Félix esta ha sido una labor que ha implicado esfuerzo y compromiso de los soldados; los patrullajes son permanentes y le ha impactado que la comunidad no acata las medidas de seguridad: “La gente no entienden el riesgo que conlleva esta pandemia, no aplican las medidas sanitarias, hemos ayudado a quienes hemos podido, donando mascarillas a las personas de escasos recursos”.

Los miembros de la Escuela de Iwias descansan en los lugares que les han asignado cada COE cantonal, ya sea una escuela o un albergue; resaltan que las personas son muy generosas, especialmente, las que menos tienen. “Siempre nos regalan frutas, nos han dado jugo, nos aplauden cuando caminamos por las calles. Los niños se acercan curiosos y quieren saludar, aunque debemos explicarles que los saludos quedan para después, que no podemos darles la mano, que ellos deben aprender a cuidarse”, resalta el sargento Patricio Kuja Jimpikit.

El capitán Félix resalta que este feriado tuvieron que ejercer mayor control porque las personas querían salir a reunirse con sus familias, ellos entienden la importancia de esta celebración, pero se debe cumplir con las normas de seguridad. Además, reconoce que durante la celebración del Día de la Madre fue cuando más extrañaron sus hogares. La Escuela de Iwias envió videos con saludos y buenos deseos expresados por sus familias, lo cual agradecen porque les da fortaleza para continuar.

Cuando finalicen su misión ingresarán en un área de aislamiento y observación, donde les harán los chequeos respectivos, y permanecerán durante 15 días para verificar que no estén contagiados y puedan regresar a sus hogares sin riesgo para sus familias.

Y continuarán con la siguiente misión que el Alto Mando les asigne.

El personal militar del Grupo de Caballería Mecanizada N.º 18 Cazadores de los Ríos, quienes mantienen un control militar en el puente de la parroquia Yúluc, sobre el río Jubones, perteneciente al cantón Saraguro, al notar la presencia de un ciudadano que se encontraba deambulando por el sector, totalmente desorientado, procedieron a resguardarlo en su control militar hasta buscar información del mismo, ya que pudieron notar que se trataba de una persona con discapacidad, por lo que se les dificultó entablar una conversación con él para conocer su procedencia. Hasta encontrar información le brindaron agua y alimentos.

El teniente Chistopher, Carrasco, comandante del equipo de combate del Ejército Ecuatoriano, luego de haber realizado los acercamientos con las autoridades competentes, pudo comunicarse con uno de los representantes de la Fundación Mensajeros de la Paz, quien reconoció inmediatamente al señor Washington S., indicando que es parte de la Fundación, además manifestó que desde hace dos días lo han estado buscando.

Horas más tarde llegó la presidenta de la Fundación Mensajeros de la Paz, Rossana Vintimilla Jaramillo, con varios miembros de la misma, quienes agradecieron al personal militar por haberles ayudado a encontrarlo: “Muchas gracias porque hoy nos han devuelto a Washington, gracias militares por su solidaridad”.

Este 12 de marzo el Ecuador celebra el Día del Enfermero, por ello, las Fuerzas Armadas hicieron un homenaje a quienes en esta pandemia han estado en la primera línea de batalla.

En la ciudad de Quito, enfermeros del hospital IESS Quito Sur fueron homenajeados por miembros del a Primera División de Ejército Shyris; mientras que en el norte de la ciudad el Agrupamientos de Comunicaciones y Guerra Electrónica reconocieron la labor del personal de salud del Hospital Docente de Calderón.

En Guayaquil, gracias al aporte de la empresa privada, se distinguió el trabajo de los profesionales de la salud del Hospital de la Segunda División de Ejército Libertad. Asimismo, en Cuenca miembros de la Tercera División de Ejército Tarqui rindieron un justo homenaje a enfermeros y enfermeras del del Hospital Militar Divisional y del Ministerio de Salud Pública.

En el mes de marzo de 2020 la rutina cambió en los centros hospitalarios del país debido a la propagación del nuevo coronavirus. Médicos, enfermeros, paramédicos, laboratoristas, todos ellos iniciaron un proceso para saber cómo tratar a los pacientes que llegaran a los hospitales con los síntomas de COVID-19.

En el Hospital de Especialidades de Fuerzas Armadas, en la ciudad de Quito, el sargento segundo Henry Simbaña, quien es licenciado en emergencias médicas, comenta que lo más satisfactorio en este tiempo ha sido poder asistir a sus compañeros de armas y verles salir victoriosos, es decir sanos. Él, como paramédico, brinda asistencia primaria, pero en esta emergencia ha apoyado en el área de enfermería.

En la sala de emergencia del Hospital Militar, como es conocido, está la cabo segundo Isabel Quinzo, enfermera de profesión, quien ha pasado aproximadamente mes y medio atendiendo a los pacientes con esta patología. Cuando la situación se tornó más complicada los profesionales de salud debieron realizar turnos de 24 horas, y lo más duro era no poder salir a sus domicilios por el miedo de llevar la enfermedad a las familias.

El trabajo en equipo ha sido lo fundamental en esta emergencia sanitaria, todos: médicos y enfermeros deben saber qué acciones van tomando con los pacientes contagiados. Para la doctora  Johsette Villavicencio, médico residente en área de respiratoria del HE 1, “lo más difícil ha sido calmar a los pacientes detrás de las máscaras que llevamos, ver a nuestros pacientes llevar la enfermedad solos o complicarse en su condición”.

El personal de salud, tanto militares como civiles, se han convertido en el apoyo de los afectados por la enfermedad, “nosotros debemos ayudar a estas personas, como personal de salud, no solo buscamos que sanen, sino que nos convertimos en amigos, si necesitaban el celular para hablar con su familia se lo proporcionamos”, dice la cabo Quinzo

Para estos valientes profesionales esto es completamente nuevo, han sido circunstancias de mucho estrés; solo a manera de ejemplo: las huellas que dejan los equipos de bioseguridad muestran el esfuerzo del personal. No obstante, ha sido un aprendizaje, ya que hoy todos han tomado conciencia sobre la importancia de llevar al cien por ciento los protocolos de bioseguridad.

Ahora más que nunca la vocación se entrelaza. El sargento Simbaña hace 18 años juró “servir al país con el uniforme militar, y hoy da gracias de estar aquí: “Sé que mi trabajo permite servir y ayudar a mis compañeros”, lo dice con firmeza y convicción.

Misión

La Fuerza Terrestre desarrolla el poder militar, para la planificación y conducción de las operaciones en el espacio terrestre, contribuyendo en la defensa de la soberanía e integridad territorial, apoyando a la seguridad integral del Estado, al desarrollo nacional y a la paz regional y mundial.

Visión

Al 2033 ser una Fuerza Terrestre disuasiva, con características multimisión, con personal polivalente y medios multipropósito; promoviendo de forma permanente los principios, los valores y el comprometimiento con la sociedad, observando el respeto a los derechos humanos y garantías de los ciudadanos, contribuyendo a la integración, defensa, seguridad del Estado y posicionada en la cooperación internacional para el mantenimiento de la paz.