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Comunicaciones

“…Brindaré por sus banderas, para siempre desplegadas, brindaré por las jornadas, que nutrieron su existir…”

 

Breve reseña histórica

 

El arma de comunicaciones en nuestro Ejército vencedor se remonta al año 1910 ante un posible conflicto internacional con el Perú. A pedido del Ministerio de Guerra y Marina con decreto ejecutivo, el General Eloy Alfaro Delgado tuvo que recurrir a organizaciones civiles del Estado, particularmente a aquellos empleados del Ministerio de Telégrafos y Teléfonos para suplir la falta de comunicaciones militares. Así, se crea la primera sección de electricistas-telegrafistas militares. Entre los años 1917 y 1920 se aprobaron los primeros reglamentos de reparticiones y dotaciones del Ejército Nacional, principalmente en lo relacionado a transmisiones. También se incluye la primera Compañía de Transmisiones como parte de los Batallones de Ingeniería, con lo cual se adoptó el sistema de señales con banderolas que estaba siendo utilizado por las tropas que combatían en Europa. Durante la revolución del arte y la ciencia militar se contó con la presencia de la misión militar italiana en su primera visita de 1922 a 1930. Esto permitió crear la escuela para oficiales ingenieros militares, en donde se realizaron cursos de radiotelegrafía, aparatos radioeléctricos, telegrafía óptica, heliógrafos, diópticos, propagación de radio ondas, radiotecnia, medición de las oscilaciones eléctricas, técnicas de las transmisiones alámbricas, transmisiones y aplicaciones científicas varias. En 1936, la segunda misión militar italiana contribuyó con los cursos de perfeccionamiento técnico y radio montaje, curso de transmisiones para tropa de Infantería, Caballería, Artillería y curso de estudios superiores de transmisiones.

Con el fin de conformar una gran organización de transmisiones, se creó el Cuerpo de Señales de las Fuerzas Armadas el 15 de mayo de 1946, estructurado de forma definitiva el 26 de enero de 1951. En 1954 se crearon las tres primeras Compañías de Transmisiones independientes: CT-1 en El Oro, CT- 2 en Quito y el E.T-3 (Escuadrón de Transmisiones) en Cuenca. El 1 de junio de 1962 se creó el Batallón de Transmisiones N.º 1, ubicado al norte de Quito y, a partir de esta fecha se constituiría en la unidad responsable del enlace de todo el territorio nacional. Mediante decreto legislativo del 31 de octubre de 1962, ejecutado el 15 de noviembre de ese mismo año, el arma de Comunicaciones se constituyó en la sexta arma del Ejército Ecuatoriano.

 

 

Las unidades militares llevaron la denominación de batallón o compañías de transmisiones hasta el 22 de abril de 1996, fecha en la que, mediante la orden general Nro. 076 se cambió el nombre del arma de transmisiones a comunicaciones a la par del desarrollo de la tecnología. Para el año 2009, se estructuró el Agrupamiento de Comunicaciones y Guerra Electrónica, pilar fundamental en la historia de nuestro ejército, encargado de proporcionar el enlace, mando y control a través de sus unidades insignes:

• Batallón de Comunicación N° 1 Rumiñahui

• Comando de Apoyo Logístico Electrónico

• Compañía de Guerra Electrónica

• Centro de Metrología de la Fuerza Terrestre

• Escuela de Comunicaciones “Coronel Eduardo Cornejo”

Para el año 2022, se creó el Grupo de Ciberdefensa del Ejército con la misión principal de defender los sistemas de información e infraestructura crítica.

 

Las Comunicaciones anunciaron el inicio de las guerras

 

En 1981, el sistema radio con estaciones HF AN/GRC-106 junto con el sistema alámbrico y mensajeros permitieron ejercer el Comando y Control en las operaciones militares durante el conflicto de la Cordillera de Cóndor.

 

El 26 de enero de 1995 los mensajes transmitidos a través de la red de radio de campaña RACAL dieron cuenta de la toma del Destacamento Base Norte con lo cual inicio el conflicto del Alto Cenepa. El arma de Comunicaciones nuevamente materializaría las redes de radio con sistemas de seguridad, enlaces satelitales, sistema alámbrico y mensajeros para conducir las operaciones en tiempo real. Las operaciones de guerra electrónica tuvieron un papel decisivo en el desarrollo del conflicto a través de la búsqueda, interceptación, análisis e interpretación de todas las emisiones electromagnéticas, principalmente con equipos Telefunke . El objetivo consistía en obtener información de los corredores de movilidad terrestres y aéreos del enemigo, lo que permitiría una alerta temprana e impediría alcanzar sus objetivos.

 

 Heráldica de la insigne

 

 

Banderolas cruzadas

 

Las banderolas representan al medio óptico más utilizado en el campo de batalla, no solo por nuestro Ejército sino también por la mayoría de Ejércitos del mundo. El color dorado es el distintivo de nobleza, poder y constancia para superar los obstáculos y lograr el cumplimiento del deber.

 

Antorcha dorada

 

 

 

 

 

La antorcha dorada y encendida simboliza la fuente de la sabiduría, el cúmulo de conocimientos tácticos y técnicos que el soldado de comunicaciones debe poseer para el correcto mando y control de sus tropas. El fuego en forma de llama simboliza la actividad, ánimo ardiente y prontitud, representa el deseo de adquirirlos y el combatir con ardor. 

 

Patrono

 

Héroe de la resistencia a la conquista española, considerado un símbolo de la nacionalidad ecuatoriana, patrono del arma de Comunicaciones por su bravura y carácter indómito, así también por haber preferido la muerte a una existencia sometida. Rumiñahui es solamente un sobrenombre que significa “Cara de Piedra” y así lo llamaban debido a que infundía dureza y un carácter implacable. Dentro de las tropas de Rumiñahui se encontraban los guerreros chasquis, quienes se constituían mensajeros, jóvenes atletas y, sobre todo, dotados de una gran memoria. Recorrieron cada rincón del territorio para llevar los mensajes desde los gobernantes hacia las tropas y comarcas, cubrieron enormes distancias y se logró un perfecto sistema de correos. Este nombre proviene del vocablo quechua chasqui que significa “el que recibe’’.

 

Unidades insignes

 

El 1 de junio de 1962 la Escuela de Transmisiones se anexó al Batallón de Transmisiones, conformando el Batallón Escuela de Transmisiones N.º 1 del Ejército que, a partir de esta fecha, se constituyó en el alma máter del arma del mando.

 

Compañía de Transmisiones N◦ 21 Cóndor

 

Unidad emblemática por su sobresaliente participación en el conflicto del alto Cenepa de 1995 donde su personal y medios permitieron establecer los enlaces continuos y seguros desde el Comando de la 21 B.S Cóndor hasta aquellas tropas desplegadas en el área de operaciones.

 

Recopilación de las tradiciones El arma de Comunicaciones tiene varias tradiciones que se celebran por las fiestas de aniversario el 15 de noviembre de cada año, entre los eventos más importantes se encuentran: • Ceremonia militar en conmemoración del arma de Comunicaciones.

• Imposición de insignias a los cadetes de la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro y los aspirantes de la Escuela de Formación de Soldados del Ejército.


  • Entrega del sable insignia de mando a la nueva generación de cadetes del arma de Comunicaciones que están próximos a obtener el grado de subtenientes.
  • El disparo de la última bengala por parte del personal de oficiales coroneles y suboficiales que han llegado al final de su carrera, en reconocimiento a su trayectoria profesional.
  • La competencia táctica donde se mide el entrenamiento y preparación de las compañías de Comunicaciones divisionales y de brigada.

 

Temas relevantes

 

Héroe de guerra

 

En cumplimiento del deber, el 22 de enero de 1981 durante un vuelo de abastecimiento al destacamento Paquisha en la Cordillera del Cóndor, fue alcanzado por un proyectil que impactó en su parietal derecho. Este hecho fue producto de un ataque sorpresivo de un helicóptero peruano, resultando gravemente herido. El evento se constituyó en uno de los incidentes que provocaría el conflicto en la cordillera del Cóndor. Fue condecorado con la Gran Cruz al Mérito de Guerra y nombrado héroe nacional. Los miembros de comunicaciones nos sentimos honrados de poner su nombre como distintivo de nuestra honorífica unidad.

 

¿Por qué nos dicen Cucos?

 

La anécdota data de 1938, año en el que inició el primer curso de transmisiones con el asesoramiento de los oficiales de la misión militar italiana. El alumno Ricardo Miranda, quien accidentalmente escuchó a un amigo de su compañero, Gustavo Proaño, que al saludarlo afectuosamente le decía “Hola cuco ¿Cómo estás?”, pensó que posiblemente sería un sobrenombre familiar o de amigos. Desde aquella ocasión cuando Ricardo se refería a Gustavo siempre anteponía la palabra “cuco”, los compañeros de tanto escuchar mencionado sobrenombre lo rebautizaron de cuco Proaño. Desde aquella anécdota, el sobrenombre se divulgó por todas partes, posteriormente se acostumbró a anteponer cuco a los apellidos de los miembros del personal de transmisiones. Lo de cuco lo aceptamos con cariño y nos enorgullece, pues distingue al personal de comunicaciones por la rapidez y efectividad en los procedimientos, la disciplina, responsabilidad y lealtad, características esenciales de un militar.

 

El avance tecnológico para materializar el enlace y seguridad de la información

 

 

 

 

Las comunicaciones en el Ejército ecuatoriano tendrían su inicio en la época incaica con los guerreros y mensajeros chasquis quienes, mediante el uso de la bocina o churo, el tambor y las señales de humo transmitían los mensajes a cortas y grandes distancias. Esto permitía mantener el enlace entre las tropas del ejército inca.

 

 

En el periodo de la independencia (1800- 1830), con el fin de impartir órdenes y recibir informes o partes, se utilizaba los llamados agentes generales o estafetas que, a pie o a caballo, eran responsables de transmitir o llevar los mensajes escritos a los repartos de las diferentes zonas del país.

 

 

 

 

 

Misión

La Fuerza Terrestre desarrolla el poder militar, para la planificación y conducción de las operaciones en el espacio terrestre, contribuyendo en la defensa de la soberanía e integridad territorial, apoyando a la seguridad integral del Estado, al desarrollo nacional y a la paz regional y mundial.

Visión

Al 2033 ser una Fuerza Terrestre disuasiva, con características multimisión, con personal polivalente y medios multipropósito; promoviendo de forma permanente los principios, los valores y el comprometimiento con la sociedad, observando el respeto a los derechos humanos y garantías de los ciudadanos, contribuyendo a la integración, defensa, seguridad del Estado y posicionada en la cooperación internacional para el mantenimiento de la paz.

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