Artillería
Artillería
“…Artillero, caballero, leal amigo y compañero…”
Breve reseña histórica La Artillería es el arma más representativa de la evolución de los ingenios bélicos, su proceso está enmarcado en tres etapas bien definidas:
Primera: Cuando nace la onda de la catapulta.
Segunda: El descubrimiento de la pólvora, dando inicio a la era de los cañones y obuses.
Tercera: Fue la época de los cohetes y misiles, producto de la alta tecnología, lo que ha propiciado el cambio de las tablas de tiro por el sistema computarizado para la conducción del mismo.
La historia de la artillería en el Ecuador, tiene sus orígenes en las postrimerías de la época colonial y los albores de la independencia. Las primeras bocas de fuego que registró oficialmente la historia nacional fueron las emplazadas en el Golfo de Guayaquil, para, a modo de fortaleza proteger el acceso a su puerto. Durante la época de las guerras de la independencia, resalta la participación de pequeñas fracciones de artillería como parte de la denominada División Protectora de Quito. Junto a estas concepciones de organización, a finales del siglo XIX se adquiere los cañones Krupp de montaña y de costa, de calibres 7.5 y 8.8 pulgadas respectivamente. Con el triunfo de la Revolución Liberal del 5 de junio de 1895 el general Eloy Alfaro se interesó en la organización y el fortalecimiento del Ejército. Por eso, entre otras decisiones creó la Brigada de Artillería Guardia Nacional. Para el 24 de agosto de ese mismo año cambió su denominación a Batallón Bolívar. Esta unidad fue la cuna del actual Grupo de Artillería N° 1 Bolívar que se encuentra actualmente en la provincia de El Oro. Las unidades de artillería, junto a otras del Ejército, se vieron envueltas en la participación de infaustas confrontaciones, a consecuencia de errores de la política ecuatoriana como la Guerra de los Cuatro Días (1932), el Combate de Tapi (1933) y el Conflicto de las Cuatro Horas, entre otros. Para esos eventos ya se contaba con el famoso cañón de montaña de origen italiano. Los enfrentamientos antes citados tuvieron como protagonistas a los grupos Bolívar, Calderón, Sucre y Villamil. Estas organizaciones se constituyeron, a lo largo de nuestra historia, en los cimientos de las unidades hoy disponibles.
Durante el conflicto armado con Perú (1941), las unidades de artillería no disponían los medios suficientes para su desempeño como tales. Por esto, su personal fue destinado a reforzar parte de las unidades de infantería. Un hecho importante, que cabe mencionar, es la participación de soldados artilleros a bordo del cañonero Calderón, que se cubrieron de gloria con dos piezas Breda de 20 mm, estas fueron fundamentales durante el combate naval de Jambelí y la posterior derrota de la nave peruana Almirante Villar. Desde 1956, el país inició la adquisición y posterior dotación en las unidades de artillería del cañón americano de 105 mm M2A2. Con este nuevo material, comenzó un largo proceso de modernización que fue completado con las compras de armamento que se efectuaron desde 1972 hasta inicios de la década de 1980 con materiales como: el cañón autopropulsado de 155 mm F-3 de origen francés, el obús de 105 mm L14M56 italiano y el cañón auto remolcado de 155 mm M-198 americano. En esa misma época se vio fortalecida la artillería antiaérea, la cual reemplazó al material de 40 mm por el sistema antiaéreo Oerlikon, de origen suizo e italiano. En 1981, la artillería se llenó de gloria gracias a los actos memorables ejecutados por el en ese entonces cabo segundo Guamani Luis Gerardo, aspirante a soldado (†) Daniel de Jesús Martínez Ordoñez y conscripto (†)Segundo Nicanor Quiroz Salazar (héroes nacionales), encargados de operar las ametralladoras antiaéreas 0.50 mm, que fueron destacadas desde el G.A 5 Atahualpa de Salinas para proporcionar la defensa antiaérea a cada uno de los destacamentos de la cordillera del Cóndor; a la defensa antiaérea se le atribuye el derribo de al menos dos helicópteros peruanos; el 20 de febrero fue impactado un helicóptero peruano que era piloteado por el mayor FAP. Rubén Polanco y teniente FAP (†) Julio Ponce Antúnez de Mayolo, que dejaría 3 oficiales y 8 voluntarios heridos. Durante la Gesta del Alto Cenepa en 1995, y en particular en los momentos más difíciles se puso de manifiesto el empleo de las armas artilleras con grandes éxitos, tales como baterías de artillería antiaérea, ametralladoras, misiles N° 21 Cóndor, que se empleó con el material de misiles tierra-aire IGLA y ametralladoras antiaéreas ZGU, cumpliendo 16 misiones de fuego con 612 cohetes del 04 al 22 de febrero donde la mayor concentración de fuego fue la tarde y noche del 22 de febrero (miércoles negro) que le permitió colocar en la zona de blanco en un tiempo mínimo la suficiente cantidad de munición lo que prácticamente cambio el curso de la guerra e impidió el avance de fuerzas enemigas al sector del Alto Cenepa convirtiéndose de esta manera en una arma decisiva.
Heráldica de la insigne
Heráldicamente, los esmaltes rojo y negro son distintivos del arma de artillería. El color rojo expresa la capacidad que tienen los soldados artilleros de manejar explosivos, pólvora, dinamita, detonadores, fulminantes, granadas, entre otras. Por su parte, el color negro representa la actitud de no ceder ni dar tregua al enemigo durante el combate. Los cañones dorados cruzados simbolizan el poder arrasador del fuego; este elemento ha marcado hitos de gloria y triunfo en las guerras que el soldado artillero destacó a lo largo de la historia.
Patrona
La veneración y patronazgo de Santa Bárbara según cuenta la leyenda, era hija de Dióscoro, un pagano rico que para el año 300 antes de Cristo, vivió en Nicodemia, en Asia Menor. Por su belleza insuperable, Dioscuros tenía por costumbre encerrar a Bárbara en una torre durante sus prolongadas y frecuentes ausencias, para así protegerla del mundo exterior. Un día, al regresar de uno de sus viajes, se enteró de que Bárbara se había convertido al cristianismo, enfurecido, la llevó a rastras ante el prefecto de la provincia, quien la sentenció a tortura y muerte por decapitación, el propio Dioscuros llevó a cabo la ejecución de Bárbara. Cuando Dioscuros regresaba a su casa, fue muerto por un rayo y su cuerpo se consumió por completo. Santa Bárbara fue venerada en el siglo XVIII por su fe y su asociación con aquel rayo vengador. Ella se ha convertido en la patrona tradicional de todo aquel que busca protección ante explosiones o muertes repentinas. Los artilleros del siglo XVIII la adoptaron como su patrona protectora y hasta hoy en día, continúan venerando su sacrificio y su servicio a Dios. Santa Bárbara y todos los reconocimientos asociados con su nombre han llegado a representar el alma y el corazón del profesionalismo de la artillería. (Leonardi, 2000, pág. 46)
Unidad insigne
Después de la Guerra de los 4 días, mediante decreto ejecutivo, en 1935 se crea el Grupo de Artillería N° 4 Bolívar. En mayo de 1956, la superioridad destina al Grupo Bolívar al campamento militar de El Rosario, jurisdicción del cantón Pasaje, en la vecindad de Buena Vista, teniendo en dotación los obuses 105 mm americanos. En enero de 1960 se integra el personal y todo el material de 105 mm que estaba en Guayaquil. En diciembre de 1997 el Grupo de Artillería N° 1 Bolívar, pasa a denominarse Grupo de Artillería N°1 Jubones y la brigada de artillería que tenía el nombre de Tiwintza pasa a denominarse Brigada de Artillería N° 27 Bolívar. El 26 de agosto de 1999, mediante orden general de la Comandancia General del Ejército, el Grupo de Artillería Jubones, pasa al campamento de Casacay, mientras el Grupo de Artillería N° 1 Bolívar se instaló en el campamento de El Cambio. El 4 de julio del 2007, mediante oficio N° 2007-164-1-BI-3ª-Circ; se recibe la orden de que el Grupo de Artillería N° 1 Jubones debe trasladarse desde Casacay a la parroquia El Cambio, retomando el nombre definitivo de G.A 1 Bolívar.
En 1942, se la ubica en Loja, Cariamanga, con el propósito de enfrentar una posible reiniciación de la invasión peruana, especialmente a la provincia de El Oro. En el año de 1953, ante la amenaza de una nueva invasión peruana, el Comando del Ejército ordena que la tercera batería del Grupo de Artillería Mariscal Sucre, se traslade a la ciudad de Loja, en apoyo de fuegos a la IX División de Infantería Loja, entonces toma el nombre de Batería de Artillería Nº 9 Cabo Minacho.
En 1974, se cambia el nombre a Grupo Mixto de Artillería Nº 7 Cabo Minacho. En el año 1997 se conforma la Batería de Artillería Lanzadores Múltiples Nº 7 acantonada en la ciudad de Loja y en las instalaciones del Fuerte Militar Cabo Minacho. A inicios del año 2008, el comando del Ejército, como parte del proceso de reestructuración de las unidades militares, dispuso que la Batería de Artillería Lanzadores Nº 7, Batería de Artillería Lanzadores Múltiples Nº 7 y la Batería de Artillería Antiaérea de Ametralladoras Nº 7, se trasladen con personal, material y medios hacia la plaza de Cuenca, donde pasaron a formar parte del Grupo Lanzadores Múltiple Nº 80 y del Grupo de Artillería Antiaérea Nº 81. Una vez cumplida la disposición retomó el nombre de Grupo de Artillería de 105 mm Nº 7 Cabo Minacho, nombre con el cual se identifica hasta la actualidad.
Esta unidad nace el 8 de septiembre de 1876 como grupo de artillería de campo, luego del derrocamiento del presidente Antonio Barrero Cortázar. El general Ignacio de Veintimilla en el cuartel de artillería, donde se reunieron otras unidades de Quito, fue aclamado jefe Supremo de la República. Durante la revolución del general Alfaro en 1910, esta unidad se traslada a la ciudad de Ibarra en donde cambió su nominativo por el de Regimiento de Artillería Calderón.
En el año 1941, desde la ciudad de Quito, fue trasladado el Grupo de Artillería Atahualpa al campamento del grupo de Caballería Febres Cordero que había sido también enviado a la frontera. En 1952 se traslada a la ciudad de Cuenca, por pedido de la ciudadanía azuaya, siendo bautizado con el nombre de Grupo de Artillería Calderón. En febrero de 1966 teniendo como dotación el obus de 105mm, ocupó el campamento del Batallón de Infantería Cayambe, en estas instalaciones continúa actualmente cumpliendo su misión llamado también Grupo Escuela Lanzadores Múltiples N° 80 Calderón, para finalmente quedar con la denominación actual con la llegada de los vehículos BM-21 a inicios del año 1994.
Se le conoció en 1860 cuando constaba como Brigada de Artillería Nº 2 Sucre y se empeñó en combate defendiendo la ciudad de Guayaquil desde las posiciones ubicadas en El Salado. En mayo de 1883, se traslada a Samborondón; el 8 de junio del mismo año, llega a Mapasingue y participa en la guerra de La Restauración. En agosto de 1883 arriba a la ciudad de Guayaquil. En enero de 1885, aparece con la denominación de Brigada de Artillería Nº 2 en la plaza de Guayaquil, denominación que la mantiene hasta diciembre de 1894. En enero de 1912, en los combates de Huigra, Naranjito y Yaguachi, como Regimiento de Artillería Sucre, tuvo que combatir, desgraciadamente, contra otra unidad de artillería, el Regimiento Bolívar. En 1925, se traslada a la ciudad de Quito, hasta cuando recibe la orden de desplazarse a Riobamba. Justamente desde esta ciudad marcharía hacia Quito conformando parte del Ejercito del Sur, durante la denominada Guerra de los Cuatro Días (del 29 de agosto hasta el 1 de septiembre de 1932). Su labor de colaboración con la ciudadanía fue siempre reconocida, especialmente en el sur de la ciudad. Para tener mayor funcionalidad y para liberar al campo docente de las tareas administrativas y de instrucción, se creó la Escuela de Artillería Nº 13 Mariscal Sucre, en 1991. El Grupo Escuela Nº 13 Mariscal Sucre se traslada a las instalaciones del Fuerte Militar Atahualpa en Machachi (Aychapichu), en donde permanece hasta la actualidad. Desde allí una vez más en 1995, marchó a la frontera y ocupó sus posiciones en la provincia de El Oro, resguardando la integridad territorial.
El orgullo de ser artillero y la enorme satisfacción de pertenecer a la noble Orden de Santa Bárbara, ha sido expresado en toda ocasión y en todos los ámbitos en los que la artillería ha tenido la oportunidad de manifestarse.
La última salva
Dirigida al personal de oficiales y voluntarios que se acogen a la disponibilidad. En una ceremonia militar cuyo fondo musical remarca cada palabra del poema La Última Salva al personal que sale con la disponibilidad. Vestido de civil procede a entregar su uniforme al comandante de unidad, quién a su vez le invita dirigirse a los cañones de artillería para simular el último tiro de artillería. Los sirvientes de la pieza, una vez que dan parte de pieza lista, entregan el tira fuego a los homenajeados para que realicen su último tiro.
Brindis artillero
Se lo realiza en todas las reuniones sociales del arma, consiste en que uno de los artilleros tome el mando de los presentes, que ubicados en una circunferencia y con las granadas cargadas (vaso de licor) en mano simulan el tiro de artillería. Cada artillero esperará su turno para beber el vaso de licor y exclama de acuerdo al número de participantes; primera, segunda, tercera… pieza disparó granada en camino; a lo que los demás responderán: en camino espero.
Trago siete cargas
El compuesto tradicional artillero que se utiliza en bautizos, despedidas, día del arma, armada de caballeros y en general en ceremonias solemnes del arma, es el trago 7 cargas. Este simboliza el número de cargas que tiene la munición de 105 mm. En una copa se sirve: whisky, brandy, vodka, ron, vino, cerveza y puro y el soldado artillero lo bebe.
El 4 de Diciembre, día del arma
En su forma particular de celebrar sus fiestas, el 4 de diciembre, día clásico del arma de artillería, desarrolla en todas las unidades, actos sociales, culturales, deportivos, religiosos, militares, entre otros. Se le rinde tributo y homenaje a Santa Bárbara, patrona de los artilleros del mundo con una procesión. En las vísperas, se realizan festivales musicales, fuegos artificiales, acompañados de un buen canelazo.
Tiro de artillería Rayo Rojo
Este evento se cumple como parte de las actividades del día de la artillería y consiste en la competencia de tiro de las armas de artillería del Ejército empleando tanto material de campo como material antiaéreo, en donde las huestes artilleras hacen su mejor esfuerzo para demostrar el grado de preparación en que se encuentran para cumplir la misión.