165 cadetes de primer año militar, después de haber cumplido con el proceso de militarización y el entrenamiento como combatiente individual, participaron en la ceremonia de entrega de armas, en la que recibieron el fusil con el compromiso de servir a la nación, defender a la soberanía nacional y al pueblo ecuatoriano.
Esta ceremonia simboliza el cuidado y respeto al fusil que les salvará la vida; fusil que lo recibieron de sus oficiales con sano orgullo y que desde hoy en adelante les consagra como soldados de la Patria.
El acto castrense estuvo presidido por el general de brigada Washington Buñay Guevara, Comandante General del Ejército y más autoridades militares.
