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El general de brigada Luis Altamirano Junqueira, comandante general del Ejército, se encuentra en la provincia de Loja, allí realizó la entrega de 3000 mascarillas y 300 trajes de bioseguridad al personal militar de la Brigada de Infantería Motorizada N.º 7 Loja. Los insumos entregados permitirán brindar una mayor protección al personal durante las operaciones militares de control y seguridad que se realizan en la provincia de Loja por la emergencia sanitaria que vive el país por el COVID-19.
Asimismo, en el Fuerte Militar Miguel Iturralde, el general Altamirano, conjuntamente con oficiales generales y del Estado Mayor de la brigada Loja, entregaron mascarillas a las principales autoridades de la provincia y a los representantes de los medios de comunicación social, esto como muestra de agradecimiento por el apoyo brindado a los soldados y por la noble misión de informar a la opinión pública las acciones emprendidas por la institución militar en la provincia de Loja.
De la misma manera, la gobernación, el municipio y la prefectura de Loja donaron 200 mascarillas quirúrgicas para protección del personal militar que se encuentra en primera línea, así como 11 canecas de aceite para los vehículos que movilizan a los soldados durante las operaciones de seguridad, controles y patrullajes en la provincia.
Durante su visita a la provincia, el general Altamirano recorrió las instalaciones del Comando de Apoyo Logístico N.º 7 Loja, lugar donde se fabrican las mascarillas L4-7, trabajo realizado con total compromiso por el personal militar. Ya se han distribuido 1612 mascarillas a la Brigada Loja y se entregarán 100 mascarillas a Solca, para salvaguardar la salud de los niños con cáncer.
El comandante general expresó el agradecimiento a los soldados por la entrega y el profesionalismo con el cual están cumpliendo las operaciones militares para evitar la propagación del COVID-19; además, agradeció a las autoridades de la ciudad y la provincia por el trascendental apoyo que brindan al personal del Ejército en esta provincia.
Las Fuerzas Armadas se encuentran cumpliendo operaciones de seguridad, control y movilidad en el marco del estado de excepción por la propagación del COVID-19. Frente a este escenario, el soldado ecuatoriano no ha estado excluido de contagiarse de este virus. Después de varias semanas de atención y tratamiento de los especialistas del Hospital Militar del Coca, hoy la Brigada de Selva N.° 19 Napo dio la bienvenida al sargento Carlos Q. quien se recuperó de un cuadro sospechoso de coronavirus. Como él muchos soldados se incorporan a las filas de la institución militar, para continuar la ardua labor de ayudar y proteger a la ciudadanía en tiempos de pandemia.
Asimismo, la Brigada de Aviación del Ejército N.° 15 Paquisha recibió del Grupo Honorífico de Aviación del Ejército N.° 81 Cóndor la donación de 120 trajes sanitarios de protección antifluidos y 10 cajas de guantes de nitrilo y mascarillas, estos equipos de bioseguridad serán utilizados para la protección de las tripulaciones de vuelo y personal de apoyo durante la ejecución de las operaciones aéreas que se cumplen para enfrentar la emergencia sanitaria.
En el Oriente ecuatoriano, la Brigada de Selva N.° 17 Pastaza recibió la visita de personeros de Vidanova, quienes entregaron 200 mascarillas, como parte de su contribución para precautelar la salud del personal militar que se encuentra realizando operaciones en esta región.
Igual acción altruista la cumplió la Gobernación de Manabí, su apoyo permitió la realización de 100 pruebas rápidas de COVID-19 al personal del Grupo de Caballería Mecanizada N.° 12 Tnte. Hugo Ortiz. Las pruebas fueron cumplidas por el personal del dispensario médico de esta unidad militar.
En medio de esta pandemia hemos tenido la oportunidad de conversar con varios profesionales de la especialidad de sanidad militar. Es evidente su lucha incansable con atenciones médicas, visitas domiciliarias, charlas motivacionales y, sobre todo, el seguimiento estricto del tratamiento a pacientes que son portadores del COVID-19, quienes se encuentran en estado de aislamiento, tanto preventivo como sospechoso, todo esto en coordinación con el Ministerio de Salud Pública.
A pesar del riesgo que esto conlleva, día a día se levantan con una sonrisa en sus labios y trabajan con la mística militar y profesionalismo que los caracteriza, y aunque la tristeza embarga a algunos de ellos por estar lejos de sus familiares, no quieren expresarlo abiertamente, porque como ellos dicen: “No podemos demostrar desánimo ni tristezas a nuestros pacientes”.
Por otra lado, quienes se contagiaron con este nuevo virus esperan recuperarse pronto para volver a las calles y defender al Ecuador; el claro ejemplo está en el sargento segundo Julio Morán, perteneciente al Consultorio General N.° 27 Portete, quién luego de haber ganado la batalla contra el coronavirus hoy continúa con su labor en atenciones médicas al personal profesional, conscriptos y familiares. La tarea no es fácil, pero la han podido realizar gracias a las donaciones de insumos médicos, equipos de bioseguridad y productos de empresas privadas e instituciones del Estado a las cuales todos ellos agradecen por su colaboración.
Cada día existen militares quienes logran superar esta dura prueba de vida, acompañados de soldados de sanidad, quienes luchan junto a ellos sin esperar nada a cambio y con la fe incansable que no tengan que lamentar ninguna pérdida humana.
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El Comando de Apoyo Logístico N.° 31 Andes tiene la misión de proporcionar ayuda a las unidades acantonadas en las provincias de Carchi, Imbabura, Esmeraldas y parte de Sucumbíos.
Esta unidad logística satisface las necesidades de las tropas acantonadas en la frontera norte, teniendo una ubicación estratégica en la provincia de Imbabura, desde donde apoya las operaciones militares de la Brigada de Infantería N.° 31 Andes.
El teniente coronel John Quiñónez, comandante de esta unidad, menciona que ante la emergencia sanitaria que atraviesa el país se han incrementado las operaciones de apoyo, debido a que las tropas no solo se encuentran en la unidad si no también están desplegadas a lo largo de la jurisdicción en los cantones y parroquias.
Además, la labor se basa en operaciones importantes que constituyen el apoyo que se realiza ante la emergencia sanitaria al Comité de Operaciones de Emergencia. Entre las actividades que se cumplen está: movilizar bienes de asistencia humanitaria que permiten la implementación de albergues temporales para personas en movilidad humana o situación de aislamiento para casos confirmados de coronavirus.
En este contexto, se traslada material desde otras provincias en coordinación con el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos. Desde Sucumbíos y Chimborazo hacia la provincia del Carchi y desde esta hacia a Esmeraldas, un total de 800 camas, colchones, cobijas, almohadas y sábanas han sido transportadas empleando personal y vehículos militares.
Además, se han empleado un total de 30 vehículos para atender los requerimientos de transporte de insumos para kits y raciones alimenticias, entre otros, los que son entregadas en forma periódica a la población más vulnerable de las provincias del norte del país.