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El personal militar del Grupo de Caballería Mecanizada N.º 18 Cazadores de los Ríos, quienes mantienen un control militar en el puente de la parroquia Yúluc, sobre el río Jubones, perteneciente al cantón Saraguro, al notar la presencia de un ciudadano que se encontraba deambulando por el sector, totalmente desorientado, procedieron a resguardarlo en su control militar hasta buscar información del mismo, ya que pudieron notar que se trataba de una persona con discapacidad, por lo que se les dificultó entablar una conversación con él para conocer su procedencia. Hasta encontrar información le brindaron agua y alimentos.
El teniente Chistopher, Carrasco, comandante del equipo de combate del Ejército Ecuatoriano, luego de haber realizado los acercamientos con las autoridades competentes, pudo comunicarse con uno de los representantes de la Fundación Mensajeros de la Paz, quien reconoció inmediatamente al señor Washington S., indicando que es parte de la Fundación, además manifestó que desde hace dos días lo han estado buscando.
Horas más tarde llegó la presidenta de la Fundación Mensajeros de la Paz, Rossana Vintimilla Jaramillo, con varios miembros de la misma, quienes agradecieron al personal militar por haberles ayudado a encontrarlo: “Muchas gracias porque hoy nos han devuelto a Washington, gracias militares por su solidaridad”.
Este 12 de marzo el Ecuador celebra el Día del Enfermero, por ello, las Fuerzas Armadas hicieron un homenaje a quienes en esta pandemia han estado en la primera línea de batalla.
En la ciudad de Quito, enfermeros del hospital IESS Quito Sur fueron homenajeados por miembros del a Primera División de Ejército Shyris; mientras que en el norte de la ciudad el Agrupamientos de Comunicaciones y Guerra Electrónica reconocieron la labor del personal de salud del Hospital Docente de Calderón.
En Guayaquil, gracias al aporte de la empresa privada, se distinguió el trabajo de los profesionales de la salud del Hospital de la Segunda División de Ejército Libertad. Asimismo, en Cuenca miembros de la Tercera División de Ejército Tarqui rindieron un justo homenaje a enfermeros y enfermeras del del Hospital Militar Divisional y del Ministerio de Salud Pública.
En el mes de marzo de 2020 la rutina cambió en los centros hospitalarios del país debido a la propagación del nuevo coronavirus. Médicos, enfermeros, paramédicos, laboratoristas, todos ellos iniciaron un proceso para saber cómo tratar a los pacientes que llegaran a los hospitales con los síntomas de COVID-19.
En el Hospital de Especialidades de Fuerzas Armadas, en la ciudad de Quito, el sargento segundo Henry Simbaña, quien es licenciado en emergencias médicas, comenta que lo más satisfactorio en este tiempo ha sido poder asistir a sus compañeros de armas y verles salir victoriosos, es decir sanos. Él, como paramédico, brinda asistencia primaria, pero en esta emergencia ha apoyado en el área de enfermería.
En la sala de emergencia del Hospital Militar, como es conocido, está la cabo segundo Isabel Quinzo, enfermera de profesión, quien ha pasado aproximadamente mes y medio atendiendo a los pacientes con esta patología. Cuando la situación se tornó más complicada los profesionales de salud debieron realizar turnos de 24 horas, y lo más duro era no poder salir a sus domicilios por el miedo de llevar la enfermedad a las familias.
El trabajo en equipo ha sido lo fundamental en esta emergencia sanitaria, todos: médicos y enfermeros deben saber qué acciones van tomando con los pacientes contagiados. Para la doctora Johsette Villavicencio, médico residente en área de respiratoria del HE 1, “lo más difícil ha sido calmar a los pacientes detrás de las máscaras que llevamos, ver a nuestros pacientes llevar la enfermedad solos o complicarse en su condición”.
El personal de salud, tanto militares como civiles, se han convertido en el apoyo de los afectados por la enfermedad, “nosotros debemos ayudar a estas personas, como personal de salud, no solo buscamos que sanen, sino que nos convertimos en amigos, si necesitaban el celular para hablar con su familia se lo proporcionamos”, dice la cabo Quinzo
Para estos valientes profesionales esto es completamente nuevo, han sido circunstancias de mucho estrés; solo a manera de ejemplo: las huellas que dejan los equipos de bioseguridad muestran el esfuerzo del personal. No obstante, ha sido un aprendizaje, ya que hoy todos han tomado conciencia sobre la importancia de llevar al cien por ciento los protocolos de bioseguridad.
Ahora más que nunca la vocación se entrelaza. El sargento Simbaña hace 18 años juró “servir al país con el uniforme militar, y hoy da gracias de estar aquí: “Sé que mi trabajo permite servir y ayudar a mis compañeros”, lo dice con firmeza y convicción.
Miembros de las Fuerzas Armadas, desde aproximadamente un mes atrás, han conformado el “Equipo Sanitario de Emergencia”, en la ciudad de Guayaquil, para el procedimiento de inhumación de cadáveres víctimas del coronavirus, un equipo integrado por soldados previamente capacitados desde el 30 de marzo. El Ejército Ecuatoriano, desde esa fecha, ha empleado 3 oficiales y 48 voluntarios. Actualmente, se encuentra realizando esta actividad el tercer contingente conformado por 1 oficial y 16 voluntarios de la Brigada de Infantería N.º 5 Guayas, acantonada en la ciudad de Guayaquil.
Luego de los protocolos y procedimientos ejecutados por el ECU 911, Criminalística y Fiscalía, los militares reciben los cuerpos para realizar la inhumación (entierro) en los diferentes cementerios asignados. Para prevenir futuros contagios, al realizar estos procedimientos los uniformados utilizan de manera estricta equipos de bioseguridad.
Después de 15 días son relevados y pasan a cumplir protocolos de seguridad: chequeos médicos, atención psicológica, aislamiento y un tiempo de descanso para volver junto a sus familias, luego de haber cumplido esta loable y sensible misión en beneficio de los ecuatorianos.